4 razones por las que un seguro de salud es una inversión y no un gasto


He conocido muchas personas que al preguntarles acerca de su seguro de salud o gastos médicos dicen con total naturalidad que no tienen uno. Esto pasa en muchos niveles. Se puede creer que lo menos favorecidos económicamente son los únicos que no cuentan con seguros de atención médica, pero también hay personas que pudiendo costearse este servicio, pasa de él por diversas razones.


Si en la actualidad no cuentas con un seguro de salud por considerarlo un gasto innecesario o parte de un plan del sistema opresivo, a continuación, encontrarás las razones por las cuales una de las mejores decisiones que puedes tomar, es adquirir uno. Por otro lado, si tu problema es que no cuentas con los recursos necesarios para hacerlo, mira cómo ganar dinero de manera sencilla poniendo en práctica alguna de las múltiples ideas que te ofrecen.


Una vez que tienes diversificados tus ingresos, puedes empezar a invertir en otros aspectos que son positivos tanto para ti como para tu familia y a los cuales puede que no les hayas prestado tanta atención en el pasado:


-Seguridad: al saber que tienes una compañía respaldándote a ti y/o a tu familia en caso de imprevistos con respecto a la salud, puedes sentir más tranquilidad y estabilidad.


-Acompañamiento: puede que tu familia dependa totalmente de ti, pero cuando tienes un seguro, ellos también cuentan con un apoyo extra en forma de institución.


-No es un dinero que desperdicies. Así no uses la póliza por años, no es dinero que estás perdiendo. Cuando no haces uso de tu póliza no notas lo valiosa que es, pero cuando llega el momento de usarla es que te sentirás agradecido de haber tomado esa decisión previamente.


La salud no es un tema sobre el cual se pueda bromear o que se pueda dejar al azar, es necesario tomar todas las previsiones posibles para que podamos contar con mayores herramientas a la hora de resolver los conflictos.


-Responsabilidad: cuando no tienes una póliza de salud y tienes que realizar un viaje al hospital (o alguno de los miembros de tu familia), te ves obligado a usar dinero que no tenías contemplado dentro de tu presupuesto para solucionar el inconveniente de la manera más rápida posible. Si no tienes la disponibilidad en ese momento, tienes que recurrir a medidas desesperadas como pedir préstamos o usar el sistema de salud público, el cual en la mayoría de los países latinoamericanos deja mucho que desear.


Al adquirir una póliza de seguros para gastos médicos estás siendo responsable no solo contigo sino con las personas que están a tu alrededor, quienes se beneficiarán también de la protección que le brindas.


Ahora que ya sabes las razones por las cuáles es positivo para ti y para los tuyos que cuenten con un seguro de salud o gastos médicos, quizá te preguntes cómo sabes cuál es el que más te conviene. Esto es normal, en el mercado existen muchas compañías, que ofrecen diferentes productos, beneficios y precios.


Muchas veces, cuando es la primera vez adquiriendo una póliza, al no tener experiencia podemos cometer el error de contratar una que no satisface tus necesidades, y al momento de usarla, descubres que no cubre eso para lo cual tu la contrataste. Este es uno de los mayores miedos de las personas con respecto a los seguros de salud.


Hay varios principios que debes tomar en cuenta para que esto no te ocurra:


1.- Ten en cuenta que las pólizas de salud son para tener un “colchón” en caso de que ocurran imprevistos. Es decir, una póliza de salud no cubre condiciones médicas preexistentes al momento de la contratación, a menos que esté especificado en las cláusulas del contrato.


2.- Consigue un asesor de seguros competente, preferiblemente referido de algún familiar o amigo. Su trabajo es explicarte las ventajas y desventajas de cada uno de los productos que ofrecen. Así puedes realizar las preguntas que consideres necesarias y tomar su consejo profesional a la hora de seleccionar un producto y compañía.


3.- Aunque tengas un buen asesor, no pases por alto la lectura del contrato del seguro ni de la póliza. Antes de elegir fíjate en las coberturas, en lo que no cubre, en los plazos del financiamiento, en los plazos de espera, deducibles, entre otros. Así nada te tomará por sorpresa y sabrás las condiciones en las que puedes usar la póliza y en las que no aplica.


4.- Compara bien, hay compañías de seguro que ofrecen precios más bajos de acuerdo al ingreso, al grupo familiar, las edades, ocupación, y más variables. No te quedes con la primera opción que veas, evalúa al menos 3 de compañías diferentes junto con tu corredor de seguros.


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